Esta carioca esbelta y rubia me hizo saber su interés por los museos de Buenos Aires. Ya había conocido uno, pero me dijo que quería conocer EL museo.
El museo más representativo que tiene Buenos Aires es el Museo Nacional de Bellas Artes.
Es característico su edificio de estilo clásico y color punzó, en la Avenida del Libertador al 1400, enfrente de la reconocida Plaza Francia y el paseo de la Recoleta. Ahí se yergue dándole la espalda a otro edificio reconocido, la Facultad de Derecho.
El MNBA fue fundado en 1895 y su primer director fue el pintor e historiador Eduardo Schiaffino, miembro de la polémica Generación del 80.
En sus salas se ofrecen colecciones permanentes y muestras temporarias y siempre es posible encontrar obras de Picasso, Goya, Manet, Monet, Renoir y Van Gogh. Pero también, por supuesto, se hallan las obras de los argentinos más renombrados: Berni, el autor del fresco en el cielorraso del Teatro Colón, Quinquela Martín, Fader, Spilimbergo y Seguí, entre otros.
Un lugar al que concurre menos gente de la que se esperaría, porque está haciendo filas en los multicines y peleando precios en las tiendas de los shoppings.
Un lugar para caminar despacio. Para sentarse. Para disfrutar en compañía.
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